sábado, 28 de noviembre de 2015

Durmiendo con serpientes

Destripado, con la piel muerta,
La mente desorbitada
Y el veneno en la carne

Despertando con el sol en tus ojos,
Observando tu mundo de mentiras divinas;
Escuchando tu lenguaje pervertido

Te abrazaría bajo una lluvia ácida
Mordiéndote los oídos,
Me arrastraría entremedio de tus costillas
y respiraría dentro de ti
hasta comerte todas las células

Nuestra soledad interior crece con más sabiduría
Para entender los caminos incorrectos
Que debemos seguir
Y tu soledad me ha desnudado;
Me ha completado,
Y llenado de significado

Ahora tu belleza es distinta,
Es nueva,
Distante,
Y cálidamente cruel

Por eso voy a masticar tu piel
Hasta sacártela
Y ver en que te has convertido

El veneno en la punta de tu lengua
Me va pudriendo lentamente
Alimentando mi soberbia,
Quiero abrazarte
Tan cerca de mi sangre fría

Estás ansiosa de cometer errores nuevos
Que te hagan sentir viva,
De todos los miedos que he sentido
Tu has sido el que me ha hecho sentir mejor

Y no vamos a desperdiciar esta sensación
De venas calientes,
De pechos abiertos
De dientes llenos de ansiedad,

Abrázame y tritúrame como una serpiente
Hasta dejarme sin aire
Esto podría ser una intrigante esquizofrenia.

Sebastián Oyanedel Davison - Noviembre 2015 






domingo, 22 de noviembre de 2015

La mentira más real

Tengo la sensación que tu alma hecha de hierba y mentiras
Quiere sentir más miedo del que ya tiene
y que los errores dispersos
que tienes pegados a la lengua,
no son lo suficiente para sentir más sabores

Cuando la serpiente nos sonría;
Creo que sería el momento ideal
Para despellejar y comernos su antigua piel
¿Estás de acuerdo conmigo?

Nuestras plegarias de infamia
A la prostituta de Dios
Nos han servido
Para alimentar el ego y la vergüenza

Si estás dispuesta a sentarte frente a una puesta de sol,
Y entumecerte de arrogancia,
Mi frío apego estaría más cerca de untarse
Entre tu carne

Eres la mentira más real y sincera que pueda escuchar;
Toda en tu magna complejidad,
Y es ése el espacio y detalle más ínfimo
que me completa
y me vuelve íntegro en las imperfecciones

si respiramos tan bien y puro;
algo estamos haciendo mal,
estás hecha de miedos inalcanzables
de los que me puedo alimentar,
nuestros rencores
son sólo una excusa

ven a sentarte a mi lado,
ese ardor comienza a incomodar…

Sebastián Oyanedel Davison - Noviembre 2015


jueves, 19 de noviembre de 2015

Observo cada uno de tus detalles

Te observo,
En cada una de las esquinas y terminaciones
Que hay en tu rostro,
Tus gestos diabólicos e insanos
La suciedad de tus palabras
El aliento lubricado y húmedo que tengo que respirar
para sentirme envenenado y en paz,
ese derrame entre las costillas,
ahí mareados en una hoguera de tabaco
pellizcándote los nervios

Tus venas como las ramas de un árbol pervertido;
Las hormigas mordiéndote la carne,
La sangre ya no es suficiente
Para controlar los escalofríos
Y no me oxigena el cerebro

Muéstrame los dientes,
Tengo fe en tu paranoia;
Cuando tus gusanos se coman mis costillas
Recién me habré dado cuenta…

No dejes de enfermarte
Tu mundo y el mío se conocen a través del miedo;
Tan cerca de mi ansiedad,
Tus cosquillas ásperas
Que me desequilibran la noción

Tengo mis labios empapados,
Y el infierno que hemos construido
Es el hogar al que tanto anhelamos llegar

Las abejas a las que hemos lamido
Nos echarán en cara un día de estos;
La prepotencia con la que nos hemos aborrecido,
Masticando sus alas,
Crujiendo el veneno,

Aquí; en coma…
Me siento feliz en esta incoherencia
Con la que practicamos y damos a luz
Nuestra vergüenza
Te deseo de una manera ninfómana
Y el diablo enjuagándose los dedos;
Construyendo su iglesia,
Besándonos los pies

¿Estamos dispuestos?
Te arrancaría las membranas
Hasta verte los huesos
Con hambre,
Con sed,
Con la desesperación necesaria
Que nos alimenta el morbo
Y nuestras mentiras elegantes

Todas las heridas hechas con sabiduría,
Pueden servir
Para este desbalance químico

Te observo,
En la simetría de tus arrugas,
En cada uno de tus trastornos
y como te obsesiona esta alegría

Estoy aquí para que me muerdas los ojos
Y sangres todo lo que tengas que sangrar
Para que te sientas bien,
El verano tiene lluvias que desconocemos;
Tu miedo es el que me mantiene corrompido
En este desequilibrio omnipresente y astral,
Ven a abrazar mi espacio incongruente
De besos herejes,
Desnudos siderales,
Lienzos pintados a rasguños,
Bocas siameses,
Lunas calientes,
Y animales sin celo….
Observo cada uno de tus detalles.

Sebastián Oyanedel Davison - Noviembre 2015