sábado, 16 de julio de 2016

Una nueva parte de ti

Aquí me tienes, masticando serpientes
Desmontándome la médula
Acariciando soles,
Vomitando tripas,
Tengo los dientes de Berenice
Metidos en el esófago.

Aquí mi línea temporal
Es carne y vino
Todos mis ojos interiores desfigurándose
Mis ideas decapitadas
Pervertida zorra inmaculada
Voy amarte hasta los últimos centímetros de tus células,
Hasta la sangre entre tus dientes,
Voy a amarrarme con tus venas;
La cena está lista,
Viólate tú misma,
Lo incalculable y omnipresente de tu locura
Me devora mi objetividad psicológica,

Tengo infiernos tapizados con piel
Arráncame los miedos y perfórame
Con sabia angustia
la lengua de los dragones,
como el fuego que hay en tu sangre,

lámeme hasta follarte mis huellas,
todo de ti,
eso es lo que deseo con humilde ambición,
todo de ti,
dentro de mis parámetros de obsesión intelectual,
la piel de las serpientes
tus ojos de universo,
tu lengua licántropa,
tu materia intangible,
tu desconexión con todo;
acércame un poco más a ti,
y podría entender la muerte,
podría amar la pérdida,
desglosar la soledad,
tú eres lo irreal,
lo inhumano,
lo incorpóreo,
lo etéreo, karmátco y astral,
elévame,
y ábreme cada partícula,
en mi pasado y todas mis dimensiones
has trascendido; para volver a hallarte
y conocer una nueva parte de ti. 

Sebastián Oyanedel Davison - Julio 2016




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