miércoles, 16 de octubre de 2013

El extraño mundo de tu mente

Y ¿si me enseñas ese fino arte de envenenarse?
Con Vodka
En el lóbulo de tu oído

Un bar para lamer
Tus pensamientos;
Que extraño ese mundo de orgías
Que hay en tu mente

Es extraño lamer tu mente
Con tal agresividad en su retórica;
Me produce una contradicción enferma,
Cuando pienso
En un lugar sublime para ahogarse

Si fuimos cigarros con el cuerpo
Hay que fumarse

A veces necesito un vaso de oscuridad
Para desprender mis ideas
Y explicarte lo insignificante
Que puede llegar a ser
Tu narcicismo

La vereda está mojada con lágrimas calientes
Y no es suficiente acurrucarte en la carne
Y refregarte los ojos con sal

Tango diabólico y perturbante;
Disonante,
Disociativo,
De viñas de sangre
Y piernas desdibujadas

Humo en las venas,
En la lengua,
En las terminaciones nerviosas
Y en todo lo que tenga que ver contigo

Madrugar hasta quedarse sin pensamientos
Vivir hasta quedarse sin recuerdos
Morir de sexo y música
Fumar hasta quedarse sin pulmones
Amar hasta quedarse sin amor

Y morderte los ojos desorbitados;
Que extraño ese mundo que hay en tu mente,
Me haces amar los sonidos de la vida
Con aquellos colores amargos y desafinados

Escala en Re menor por debajo de tu falda
Mis uñas conocen esas venas
Llenas de bohemia

El sol está lunático esta noche
Con los dientes con sangre
Las baldosas con lluvia
Y los pensamientos borrosos

A veces la vida se ve borrosa…

Los recuerdos pueden ser
La primera muerte que experimentamos
Y le damos un paso de baile
Así como seduciéndolo

El humo está dentro de los ojos y la mente;
Que extraño ese mundo de humo,
El mundo de tu cuerpo
Y el de las cosas vacías

El de las cosas con carencia,
Con perdones
Y con la angustia de no saber
A donde estás

¿A dónde estás?

Quisiera meterme en tu mente otra vez. 

Sebastián Oyanedel Davison - Octubre 2013

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