jueves, 10 de abril de 2014

Te amo de todas las formas en las que se puede describir un pecado

Ese sabor obsceno de narcisismo labial;
en plena dicotomía dispersa,
chupando neuronas
caóticas de ambigüedad

¿Te enveneno?,
Suelo acostarme a tus pies

Y en la praxis involuntaria
de ese pacto andrógino,
como una orgía de ángeles
en verbo subliminal

La soledad suele tener muchos nombres…

Ven a morderme este dejo de sumisión;
sobre la pera de la angustia,
que nuestras locuras han preparado
para nosotros

Sonríeme,
el amor juega con nuestras ideologías predispuestas,

Quiero lamer tu corazón
de la manera más diabólicamente posible,
hasta que nuestros parpados se estrujen de infelicidad

y nuestro equilibro mental
se convierta en leche para los lobos

Estoy detrás de tu cuello
soplándote el oído,
cada día el mundo
suele achicarse mas

Estoy detrás de tu cuello
entendiendo tu olor,
la presión de tu alma,
y los fluidos de tu pecho

Por favor, acompáñame al infierno,
nos verán de la mano
y nos aplaudirán como si fuera nuestro cumpleaños

Las fotografías de muertos,
que dejamos velando en el umbral
de nuestro estado limítrofe,

nos servirá para recordar
la sustancia de la alegría,
esa que alguna vez
puso una hoguera en mi sangre

ellos tienen costras en las espaldas
y llagas en la lengua

suelo abrazarme a ti cuando duermes,
¿Te desenredo las venas?,

Voy a cuidar cada una de tus mentirosas palabras
para atesorarlas en mi ego

¿Te cuento algo?,
te amo de todas las formas
en las que se puede describir un pecado.

Sebastián Oyanedel Davison - Abril 2014




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