lunes, 12 de octubre de 2015

Llévate las heridas lejos
Hasta cuando las volvamos a encontrar,
Si me abrazaras en esta lluvia de vidrios
Podría sentir el calor
Que guardábamos dentro

Llévame al pasado
Para observar mis errores
Y admirar los tuyos

No hay necesidad de engañarnos
Somos lo más puro de la decadencia

Déjame aquí en la esquina;
Tengo una vista perfecta
Puedo observar cada detalle
De cada acción impredecible

En tus brazos de aguja
Voy a rodar como un espiral retorcido,
Vinimos aquí para sacarnos un pedazo del cuerpo,
Atesorarlo y guardarlo como parte de uno

Arrastrándonos en la mierda
Nuestros deseos se vuelven incongruentes
Y deliciosos

La luna siempre fue sólo de nosotros
Y la hemos mordido hasta despedazarla;
Y nuestras quemaduras están tan vivas

El vacío que llevamos dentro
Es como un universo expandiéndose
Asustados y llenos de vergüenza
En cada molécula

Si pudiera acariciar tu sonrisa;
Como acariciar el suelo,
Arrastrarme en él
Y observar tu caída,
Nuestra divinidad efímera
Aprender a quemarnos en silencio
Hemos compartido la gracia de enfermarnos
Y ahora es tiempo de sanarnos caóticamente.

Sebastián Oyanedel Davison - Octubre 2015






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