Tengo la
sensación que tu alma hecha de hierba y mentiras
Quiere sentir
más miedo del que ya tiene
y que los
errores dispersos
que tienes
pegados a la lengua,
no son lo
suficiente para sentir más sabores
Cuando la
serpiente nos sonría;
Creo que
sería el momento ideal
Para despellejar y comernos su antigua piel
¿Estás de
acuerdo conmigo?
Nuestras plegarias
de infamia
A la
prostituta de Dios
Nos han
servido
Para alimentar
el ego y la vergüenza
Si estás
dispuesta a sentarte frente a una puesta de sol,
Y entumecerte
de arrogancia,
Mi frío apego
estaría más cerca de untarse
Entre tu
carne
Eres la
mentira más real y sincera que pueda escuchar;
Toda en tu
magna complejidad,
Y es ése el
espacio y detalle más ínfimo
que me
completa
y me vuelve
íntegro en las imperfecciones
si
respiramos tan bien y puro;
algo estamos
haciendo mal,
estás hecha
de miedos inalcanzables
de los que
me puedo alimentar,
nuestros
rencores
son sólo una
excusa
ven a
sentarte a mi lado,
ese ardor
comienza a incomodar…
Sebastián Oyanedel Davison - Noviembre 2015
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