En la cuna
de las polillas
Escucho mis
bestias triturando dientes,
Quemando
bocas,
Masticando
encías,
En la mierda
donde van a morir las moscas,
Hay una
cascada de venas
sobre el
cuello ninfómano
De un
demonio budista
Y todas las
serpientes me sonrieron
Para
celebrar la mordida;
Aquí viene
el amanecer
Y los
cuerpos lunáticos
Rascándose
la carne,
Vomitando
las uñas,
El tiempo
parece esquizofrénico
Y el vacío
se vuelve materno
El semen del
diablo;
Ahí está, en
la lengua de las arañas,
Universo
desencriptado,
Bosques
medievales,
Vendimia de
orina licántropa;
La orgía de
las polillas,
Ven a
abrazarme desquiciada
Lámeme el
veneno,
Abocerrecernos
cálidamente,
Sacudirnos
la carne
Dormir bajo
el agua,
Córtame los
ojos,
Trágate las
pestañas,
Arrodíllate,
humíllate, arrástrate,
Ven a
enfermar mi gravedad;
Vomita toda
la juventud,
Te voy a
sujetar el cabello para verte gritar de calor,
Verte el
pecho sangrar,
Enciéndeme
fuego,
Te voy a
penetrar hasta las moléculas
Te voy a
morder hasta los átomos,
Te voy a
chupar hasta la conciencia,
Fóllame el
cerebro
Me tienes
trastornado
Me tienes
trastornado,
Me tienes
trastornado,
Me tienes
trastornado,
Me tienes,
Me tienes,
Consumido,
Desnudo,
Abierto,
Sírveme como
alimento para las ratas,
Por debajo de
tus pies me voy arrastrar hasta morderte los dedos,
Pequeña mía,
Mi luna,
Mi muerte,
Mi sangre
dentro de ti,
Tu respiración
subliminal,
Ven a
dibujar constelaciones tántricas
Rasgándome la
espalda,
Quiero un
café contigo,
Depravada, húmeda,
Estoy esperando
que tu soledad se coma mi voz,
y pueda
abrazarte como el infierno abraza
cuando está
ardiendo.
Sebastián Oyanedel Davison - Abril 2016
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