Espera al demonio que viene a
retratar tu boca
Mordiéndote los labios
Y esa piel láctea y enfermiza
Esto es tan enfermizo
Y decadente,
Todo se vuelve oscuro
Y áspero, como un rasguño en el
mármol
Y los dientes de un elefante
¿Qué hemos conseguido?...
Sentirnos más solos de lo que ya
estábamos
Antes de conocernos,
Pero vale la pena,
Todo lo que represente un caos
Vale la pena,
Mis uñas están hechas para
encarnarse en tus hombros
Mis mejillas están hechas para
recibir tu humedad
Así como también;
Mis dientes están hechos para
masticar vidrio
Morderte las pestañas
Revolver el vacío que hay en tu
pecho,
Compararlo con el mío
El brillo fúnebre de tus labios
La inocencia con la que atesoras
tu odio
Somos los mismos perdidos de
siempre,
Lamentándonos por cualquier cosa
Espera a ese demonio que viene
con tu alma comprada,
La viene a devolver;
Es tan rancia que no le sirve
Pero de algo servirá en este
momento
De tabaco rancio y esculturas
corporales,
Tu vida estaba hecha para yo
conocerla
y ha sido lo mejor que me pudo
haber pasado.
Sebastián Oyanedel Davison - Septiembre 2014
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