domingo, 21 de septiembre de 2014

Quisiera que este momento no terminara nunca

Ese sabor a atardecer que tiene tu lengua;
Con hambre de soledad
Quisiera que este momento no terminara nunca,
Cómo cuando despierto a tu lado,
Escucho la lluvia mientras duermo

No es nostalgia,
Sino la necesidad de atesorar el presente,
Acariciarte las pestañas,
Entrar a ese hogar que forman tus brazos

¿De qué color será mi ataúd?
Puedo pedir que el café de la madera
Sea lo más similar al de tus ojos

Quizá no la pueda mirar,
pero mi cuerpo estará dentro de su hogar

ese ardor en la garganta que me provoca el alcohol
suele atesorar un momento,

vivimos tan cómodamente en el vacío,
que ni recordamos en qué momento entramos en él

hemos vivido nuestras vidas sin errores,
y ese ha sido el error más grande

Por eso; como quisiera que este momento no terminara nunca,
Como quisiera que este error no terminara nunca

Mi sonrisa es tan falsa
Y la tuya también

Somos de esos que idolatran la falsedad
Y vivimos resentidos,
Esperando que nos digan cualquier cosa
Para decir lo contrario

Ese soy yo;
Virgen ninfómana, con hambre sexual,
Atormentado de nada
Infantil, soberbio, mal educado, subversivo
Y eso está mal, tenemos que hacer lo que está bien

Rendir tributo a la inteligencia y la madurez,
Regalar sonrisas frente a la adversidad;
De lo contrario seremos ejecutados
Por nuestros pecados imperdonables

¿Te parece?
¿Estás de acuerdo con mis reglas?
O nunca te explicaron la fórmula de una

Validar cada minuto; puede ser un pecado
Y una herejía,

Pero recuerdo que éramos herejes en aquella época
De brujas y fuego,
El sol se derretía en nuestras mejillas
Y los dedos permanecían hundidos en los clítoris
De nuestras semejantes

Nuestra alma andrógina,
Drogada y adormecida;
Coqueteamos con la bestia, que vive dentro y nunca se despierta

Soy la poesía más ridícula que puedas leer
En tus noches de trago
Y soy eternamente inconsecuente

Ese ardor de los ojos cuando el humo del cigarro
Entra en ellos,
Suele atesorar un momento

Como quisiera que este momento no terminara nunca,
Pero se va a terminar;
Y ese es el error más dulce                         
De todos los que cometemos a conciencia. 

Sebastián Oyanedel Davison - Septiembre 2014







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