miércoles, 29 de octubre de 2014

¿Esta es la soledad de la que me hablabas?

El olor a atardecer
Que tiene tu cuello
Como los dientes de los árboles
Que se muerden los unos a los otros

Hemos formado nuestra propia religión,
La religión de las mentiras;
Esas que acariciamos al borde de la lengua

Te amo las hojas que pisas y haces crujir,
Te amo la frente
Y te amo la respiración

Te amo tus gestos
Y tu soberbia,
Amo cada mentira que humedece tu lengua
Y cada pestaña mojada

Amo tus letras
Pero odio mi mente,
Amo tu cuello
Amo la forma en que el cuerpo se te oxida;
Amo cada segundo tuyo

¿Esta es la soledad de la que me hablabas?
Bébetela conmigo
Quiero abrazar el violín que nada en el cielo

¿Este es el vacío del que me hablabas?
Me resulta bastante familiar
Déjame morderlo
Quiero sentirle el sabor;
Como cuando lamía el sabor de las calles,
El sabor de tu aire

Amo la música de tu mente
Amo el dolor que tiene tu mente
Y esa incompatibilidad que tiene con la realidad
Amo como odias y amo como amas,

Este es el amor del que te hablé … 

Sebastián Oyanedel Davison - Octubre 2014















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