Me cagaste
la psique
Y ríes como
si nada
Venerar los
monstruos debajo de mi cama
Puede ser
más amigable
Que volver a
enamorarse
Y volver a
rezarles a esos labios tan rojos
Como la
sangre que calentaste dentro de mí
La humillación
es la mejor de tus poesías
Y tus
metáforas sadomasoquistas
Entregarte en
cuerpo y alma quiero,
Empapada en
la sangre que robaste de mi cabeza
Dime ¿Cómo
se siente?
Estar en el
cielo en medio de una orgía de ángeles
Y ser la
concubina de Dios
De la cuna a
la castidad,
Mi pecho es un
infierno que no supiste curar,
Por eso no
ha de extrañar
Que el
veneno de este té;
Es tan dulce
y caliente
Como esa
boca blasfema
La cena está
lista madame,
Aquí está mi
piel y mi carne;
Haremos un
pacto en medio del bosque
Como dos
amantes obsesionados;
Tus uñas en
mi cuello
Y tu sonrisa
embalsamada para mí,
Haremos un
trato de crueldad
Con la
sangre de tu boca y la de mi pecho,
Observaré la
belleza de tu maldad
Hasta que se
termine esta conciencia
Si tan sólo
hubiese estado acostado a su lado;
Hubiera observado
el brillo de esas lágrimas
Y nuestros
labios habrían sido un puente
Entre la
locura y sodomía
Y ahora
arrodillado ante tus piernas de marfil
Envejezco junto
a ti
Y escucho
como música pagana
El sonido de
tus palabras malditas
Que entran a
mis costillas
Me mastican
los pulmones
Y me dejan
si aire una vez más
Estabas enamorada
de la soledad
Y de nadie
más;
Y ahora una
piara de cerdos
Llevados a
tu castillo
Con la
ilusión de beber
Tu elixir
lésbico de sanación y pureza
Esta paz
enferma de la que soy adicto
El sonido de
tu voz
Y la
estructura gramática de tus mentiras
¿Encenderás
la hoguera?
Cada minuto
de calor
Me recuerda
a ti
Y como se
siente estar vivo
Con tantos
pecados
Y fantasías
Haremos un
recuento de tu eterno linaje de crímenes
Lameré la
punta de tus dedos
Y oleré la
textura de tus heridas
En su
velador; un ajedrez
Con los
dientes de sus esclavos
Cartas de
romances endemoniados
A la orilla de
su cama
Es fácil
obsesionarse con la perra amada,
Y rendirse a
los labios sincréticos
Hechos de
demencia y admiración
Un día de
estos hallaré tu alma recogida
En el lugar
más estéticamente divino
Del infierno
Y nos besaremos hasta que mi alma y la tuya,
Se pudran en
el vacío que hemos formado
A través del
karma y la indolencia
y sólo ser
testigos de la belleza.
Sebastián Oyanedel Davison - Mayo 2015
No hay comentarios:
Publicar un comentario