domingo, 31 de enero de 2016

Tu pecho infinito

Teníamos algo íntimo,
Secreto, desbordado,
Teníamos los pies en el aire,
Y la mente viajando en órbita,

Sólo nosotros comprendíamos nuestra locura,
Porque la locura es un ser nuevo,
Que nació entre tu mente y la mía
Y ¿Cuándo caminábamos?
Sólo nosotros nos fascinaríamos  
Con la humedad en la calle,

Tengo tus manías y tus gestos
En algo sagrado e impenetrable,
Tu hacías que mi mundo no tuviese significado
Porque no era necesario preguntarme nada

Tu hacías que mi cuerpo se transformara,
Tu cuerpo una dimensión intangible y única
Toda tu imperfección
Como una matemática cósmica sin lógica

Teníamos algo tan real y onírico
Algo tan impuro y desbocado
Teníamos las entrañas por el suelo
Teníamos los ojos venosos
Y la carne húmeda

Éramos cosmos y pasado,
Tierra y agua,
Luna y Mercurio;
Toda la degradación,
El vacío y la soledad,
Tocarte fue como tocar el océano
Besarte fue como lamer el fuego
Peinarte el cabello
Fue como tragarme la lluvia

Desmaterializado, ardiendo
Con las membranas en las manos
Mi sed de sexo y tortura,
Mi nihilismo,
Mi sabia ignorancia
Todo fue para ti,
Porque éramos lobos
Y ahora estás tan viva
En alguno de aquellos grupos de neuronas
Destinadas a los recuerdos

Teníamos una devoción
Y una mentira sagrada
Teníamos la religión del sexo
Teníamos un hogar incompleto
Y todo fue tan etéreo;
Tus ojos astrales,
Tu pecho infinito,
Me voy a ir a morir un poco más
Dentro de tu caparazón
Para encontrarle sentido a mis palabras;
Toda esta muerte nos ha hecho un poco más bellos.

Sebastián Oyanedel Davison - Enero 2016



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