A través de
la lengua seca de veneno
Me envuelvo
en una brisa de tabaco rancio
Arrastrándome
por una playa tántrica
Mutilándome los
oídos
Y esta orgía
de serpientes;
Esta desconexión
del tiempo,
Este desbalance
de la noción
Que tú me provocas
Es lo que
mantiene vivo el miedo y la arrogancia,
Quisiera rasguñarte
los huesos con los dientes
Y masticar
tu cabello,
Acércate
Y succioname
las venas
Hasta deshidratarme,
Quiero limpiarte
en mi bañera
Y secarte
los pies,
Tengo una
sensación tan definitiva y omnipresente,
Tan impura y
desgraciada;
Como revolcándonos
en nuestro propio vómito
Lamiendo el
barro y drogándonos las arterias
Mi corazón dilatado
y la esperma de mi mente
Quemándose entre
tus dedos,
Alíviame
Y bébete el
agua de mis hormonas,
La luna está
humeando
Como un
barco vikingo entre los glaciares
Grítame,
Quiero hacer
música con tu voz,
Disipándote,
tapándote los poros,
Abrazándote la
carne
Tragándome tu
humedad
Eres un caos
perverso
Más allá de
las mentiras
Y tus
palabras arcanas y eróticas
Es tan insano
pensar en toda la mierda que tengo en mi cabeza
Y como los
gusanos se la comen
Toda tu
sangre dentro de mí
Toda tu piel
en mi boca
Todo el
contorno de tus ojos arrugándose
Tu cabello
tiene el color de un infierno
Tus labios
de un incendio
Tus manos de
locura
Te voy a
abrazar como a un sol espumeante,
Me voy a
marear contigo
Y te voy a
despertar mojándote los oídos con mi boca
Despierta ahora…
el café ya está
listo.
Sebastián Oyanedel Davison - Febrero 2016
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