sábado, 20 de febrero de 2016

Toda tu sangre dentro de mí

A través de la lengua seca de veneno
Me envuelvo en una brisa de tabaco rancio
Arrastrándome por una playa tántrica
Mutilándome los oídos
Y esta orgía de serpientes;
Esta desconexión del tiempo,
Este desbalance de la noción
Que tú me provocas
Es lo que mantiene vivo el miedo y la arrogancia,
Quisiera rasguñarte los huesos con los dientes
Y masticar tu cabello,
Acércate
Y succioname las venas
Hasta deshidratarme,
Quiero limpiarte en mi bañera
Y secarte los pies,
Tengo una sensación tan definitiva y omnipresente,
Tan impura y desgraciada;
Como revolcándonos en nuestro propio vómito
Lamiendo el barro y drogándonos las arterias

Mi corazón dilatado y la esperma de mi mente
Quemándose entre tus dedos,
Alíviame
Y bébete el agua de mis hormonas,
La luna está humeando
Como un barco vikingo entre los glaciares

Grítame,
Quiero hacer música con tu voz,
Disipándote, tapándote los poros,
Abrazándote la carne
Tragándome tu humedad

Eres un caos perverso
Más allá de las mentiras
Y tus palabras arcanas y eróticas

Es tan insano pensar en toda la mierda que tengo en mi cabeza
Y como los gusanos se la comen
Toda tu sangre dentro de mí
Toda tu piel en mi boca
Todo el contorno de tus ojos arrugándose

Tu cabello tiene el color de un infierno
Tus labios de un incendio
Tus manos de locura

Te voy a abrazar como a un sol espumeante,
Me voy a marear contigo
Y te voy a despertar mojándote los oídos con mi boca
Despierta ahora…
el café ya está listo.

Sebastián Oyanedel Davison - Febrero 2016


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