Soledad
Entre pedazos de carne
y gargantas ambiguas;
mi lengua desdibujada
lamiendo vagones de necrofilia
con los nervios carcomidos
y ansiosos de lobotomía.
Me refriego el alma en la boca
a ver si le encuentro algún sabor…
tragándome los sueños;
de dientes caídos,
y dedos necróticos
ahogándome en este acuario de dientes;
de paz digital,
y uñas carnívoras
Mi soledad necesaria y ventrílocua;
de fotografías,
de saliva,
de encías,
de putas porquerías,
de arritmia,
de vidas,
mi cerebro rezurcido
entre tus colmillos
con mi sombra entre los pasillos
yo contigo;
yo conmigo
- el reputo -
el triciclo,
vomito la libido,
me veo entre tus tejidos,
le escupo a mis latidos,
te envidio,
te despido,
te sigo...
aquí... en la náusea,
en la boca del universo;
con mis huesos entre las larvas
y mi lengua fantasma
alcanza tu oído...
soy tu espejo.
Escrito por Sebastián Oyanedel Davison.
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