sábado, 17 de enero de 2015

Dormir contigo escuchando la lluvia

Quiero morderte la cintura;
Estirar tus labios hasta que te duelan,
Quiero mojarte el oído,
Darte vuelta
y humedecer los huesos de tu columna

En el borde de tus muslos,
Quiero morderme la piel y sacármela,
Cubrirte con ella,
Abrigarte,
Atormentarte,

Tengo mis dedos preparados para sujetarte del rostro,
Lamerte las pestañas,
Tus palabras están hechas para entrar en mi oído
Y aturdirme las ideas y los pensamientos,

¿Recuerdas cuando dormíamos tomados de las manos?
Pareciera que viviésemos con miedo
Y nuestros momentos de felicidad son tan efímeros y dispersos

Dormir contigo escuchando la lluvia,
Mordiéndote el oído,
Lamiéndote los dedos,
Masticando tu cabello,

Eres tan completa e imperfecta,
Que estoy enamorado de cada una de tus imperfecciones,
De cada uno de tus defectos,
De cada uno de tus gestos,
De cada uno de tus silencios,

Eres tan cruel y sumisa,
Tu dualidad es casi un equilibrio mortal,
Te quiero sólo para mí,
Aunque sea en este momento de lluvia,
Sé parte de esta lluvia,
Sé parte de esta música,
Eres todo lo que siempre quise
Y lo que siempre quise odiar

Eres parte de mí,
Y yo de ti,
Aunque sea sólo en este momento,
Viéndonos los rostros,
Sonriéndonos como niños recién conociéndose,
Escuchando la ventana moverse,
Escuchando nuestros propios nervios,
Quiero dormir contigo escuchando la lluvia,
Quiero dormir contigo escuchando el aire que respiras,
Dormir contigo sintiéndome seguro
De que estás ahí,
De que estás para mí,
Y cada nervio que me retumba el cuerpo,
Sea sólo para ti,
¿Lo escuchas? ... 

Sebastián Oyanedel Davison - Enero 2015


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