miércoles, 14 de enero de 2015

Quiero beberte

Quiero estar contigo cuando se muera el sol,
Y quiero estar abrazándote,
Quiero romper cada uno de tus paradigmas
Y secuestrarte de la lógica

Hacer de cuentas que has perdido la cordura,
Y no quieres recuperarla,
Ahí estoy para ti;
Deseándote,
Mintiéndote,
Bebiéndote…

Quiero beberme cada minuto de tu boca,
Y quiero que mi espina dorsal se estruje de tanta humedad,
Que mi garganta se desprenda
Y las costillas se muelan,
Quiero beberme cada espacio de ti,
Ahí;
Cuando se muera el sol,
De tanta azúcar roja,
¿Quieres probarlo?
Mastica el sol,
¿Qué tan caliente está?...

Mi sangre está hirviendo por tocarte,
y estoy trastornado;
mi mente viaja a la tuya como una polilla hacia el fuego,
y aun así quiero beberte,
que el cuello se me apriete de calor,
que los pómulos se desfiguren,
que mi pecho se desvincule
y me maree,
que quiera ahogarse en ácido
para sentir algo más suave de lo que ya siente
Porque te desea y quiere beberte,
Tu sumergida en el whisky,
En el tabaco rancio,
En el sol que te alumbra los hombros y la mejilla,
A ti te deseo y quiero beberte
De tal manera que no quede nada de ti
Y no pueda seguir bebiéndote,
Aunque me desquicie de las ganas,
Te quiero;
Eres las calles mojadas que me gusta cruzar cuando apenas para de llover,
Eres las hojas que me gusta hacer crujir,
Eres whisky y aguardiente,
Los sueños que me tienen las neuronas hechas pedazos,
Y eres lo que me da sed…
Hazme sentir aquella sed,
Que le da sentido a mis horas
Y mis días... 

Sebastián Oyanedel Davison - Enero 2015


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