Cada día despierto
con el corazón como descontrolado,
Y el pecho estrujado;
Esto ya se
está haciendo costumbre…
Debe haber
alguna forma
Que este
tipo de sensaciones
Me hagan
respirar normal,
Y que en el
resto del día no me desconcentren,
Ni me hagan
perder la cabeza
Esto es tan
insano
Que ya
olvidé qué es lo normal,
Ya no son
suficientes los tragos que tengo ahí guardados; al lado de mis libros,
Ni distraer
la mente,
Ni caminar
en cualquier parte,
Me gustaría
sacarme el pecho
Y ponértelo
a ti; para que entiendas lo que se siente,
Pero supongo
que no sería suficiente,
Tienes un
mundo interior tan complejo
Y
omnipresente;
Sólo quiero
ver el brillo que tienen tus dientes
Al morderme
el pecho,
Es tanto el
calor que tiene mi sangre
Cuando
piensa en ti,
Y sólo
sonrío de puros nervios;
Por
cualquier cosa,
En cualquier
lugar
Es tanta tu
complejidad
Que no
quisiera dejar de conocerte nunca,
¿Me llevas?
Sólo te
puedo ofrecer una taza de café,
Quizás un
par de cigarros
Y este mundo
inquieto que tengo desbocado dentro mí;
Que sólo
quiere protegerte
Últimamente
he despertado con el corazón como descontrolado
Y el pecho
como recién violado,
No le hallo
ninguna gracia a esta situación…
¿Te imaginas
a mí sonriendo de la nada; en cualquier parte?
Así de tonto
me tienes,
Las manecillas
del reloj
Son como
alfileres entre las costillas,
Y se mueven
de una forma tan lenta
Quiero que
vengas a distorsionar el tiempo,
Hacerme
perder en tu paisaje,
Tu lenguaje
de crueldad
Duerme conmigo,
Hazme saber lo
confundido que estoy,
Refriega mis
miedos; a ver cómo me siento,
Hazme leer
cada mentira que te he escrito,
Para mí, mi
única verdad;
Eres tú.
Sebastián Oyanedel Davison - Diciembre 2014
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