sábado, 27 de diciembre de 2014

No quisiera dejar de conocerte, nunca ...

Cada día despierto con el corazón como descontrolado,
Y el pecho estrujado;
Esto ya se está haciendo costumbre…

Debe haber alguna forma
Que este tipo de sensaciones
Me hagan respirar normal,
Y que en el resto del día no me desconcentren,
Ni me hagan perder la cabeza

Esto es tan insano
Que ya olvidé qué es lo normal,
Ya no son suficientes los tragos que tengo ahí guardados; al lado de mis libros,
Ni distraer la mente,
Ni caminar en cualquier parte,

Me gustaría sacarme el pecho
Y ponértelo a ti; para que entiendas lo que se siente,
Pero supongo que no sería suficiente,
Tienes un mundo interior  tan complejo
Y omnipresente;

Sólo quiero ver el brillo que tienen tus dientes
Al morderme el pecho,
Es tanto el calor que tiene mi sangre
Cuando piensa en ti,
Y sólo sonrío de puros nervios;
Por cualquier cosa,
En cualquier lugar

Es tanta tu complejidad
Que no quisiera dejar de conocerte nunca,
¿Me llevas?
Sólo te puedo ofrecer una taza de café,
Quizás un par de cigarros
Y este mundo inquieto que tengo desbocado dentro mí;
Que sólo quiere protegerte

Últimamente he despertado con el corazón como descontrolado
Y el pecho como recién violado,
No le hallo ninguna gracia a esta situación…

¿Te imaginas a mí sonriendo de la nada; en cualquier parte?
Así de tonto me tienes,

Las manecillas del reloj
Son como alfileres entre las costillas,
Y se mueven de una forma tan lenta

Quiero que vengas a distorsionar el tiempo,
Hacerme perder en tu paisaje,
Tu lenguaje de crueldad

Duerme conmigo,
Hazme saber lo confundido que estoy,
Refriega mis miedos; a ver cómo me siento,
Hazme leer cada mentira que te he escrito,
Para mí, mi única verdad;
Eres tú. 

Sebastián Oyanedel Davison - Diciembre 2014

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