domingo, 28 de abril de 2013

Mi ansia


Y el sabor de tus ojos
Cuando te lamo los párpados;
Como ese olor
A tabaco drogado
Y las venas de tu cuello
Con tanto calor
Como cuando se caliente el café
Y se calientan los labios
Y se humedece la lengua
De tanto mentir

¿Cuándo desapareciste
De mis neuronas?
Creí que sabías
Como te violaba en mi desorden mental
Y te muerdo la ropa
Y te tapo en la noche
Y me hago el dormido
Y pienso toda la noche en obscenidades
Y la película que nunca voy a escribir

Me siento a fumar
Como a las 3:40 o 4:05; a veces
Y dejo la cama llena de humo
Por un rato

A veces me río de tu risa
Aunque nada de lo que me digas
Me haga gracia
Y ese trastorno insípido;
Lleno de desnudez,
Mordeduras y hierba
Tengo tu saliva en mis dedos
Como el mismo trago
Desquiciado y ambiguo
Que nos bebimos
Cada vez que nos decimos
Algo con un poco mas de sentido
Que la vida que aparentamos

Y te follaría hasta los recuerdos
Y aun así ni te acordarías de mí
Tengo ese miedo arrogante
Y manipulador,
Tragándose  la sangre
Y chupándome los pulmones;
Ese al que tú llamas enamorarse,
Pero te beso y te vuelvo a besar;
Para luego besarte y quedarme con ganas de un beso
Aunque te sientas mejor
En tu pantallita; que en tu puta vida
Solo porque te hacen sentir
Algo aceptado; mi compañera
Tus dientes en mi oído,
Tu música de cigarros;
Tu desbalance químico,
Mi bipolaridad narcisa,
Los demonios de tu sonrisa

Me haces reír
Con esa vida perfecta
Que les quieres aparentar;
Esos pensamientos equilibrados
Y argumentos tan bien fundamentados
Y tu te ríes de mí
Porque te das cuenta que me rio de ti
Y nos reímos mutuamente el uno del otro
Y mas nos atraemos

Estoy neurótico
Tratando de describir
El calor de tu abrazo
¿Quieres fumar de mi hierba?
Y te leo a Marqués de Sade
“Los crímenes del amor”
O algunas  de esas palabras
Mentirosas, lésbicas, insanas,
Cristianamente venenosas,
Sometidas, libres, góticas,
No verbales, táctiles,
Ridículas, incrustadas,
Alcoholizadas, reemplazables,
Bizarras, limpias, besadas

A ver si por tus muslos
La sangre de mis manos
Es tan hiperquinética; insoluble,
Atragantada, cafeína, pornográfica,
Morbosa, diabólica
En mis membranas
Tu cercanía, tu compañía;
Te escribo con vino sobre la ropa

¿Cuáles de mis recuerdos
Te vas a comer?
Eres el monstruo predicando para mí;
Algún sueño obsceno de infancia,
No estuviste ahí
En mi jodida pre- adolescencia
Algunos de los demonios
En mi cabeza
Que ahora se ríen de ti
Con olor a desnudo,
Escudriñando  conexiones
Desviadas en el enamoramiento
De neuronas entrelazadas
Y conductos de vía ilógica
Ahí por la carne y la insolencia

Soy feliz contigo
En el juego de los traumas,
Enamoramiento erótico;
Hipocresía egoísta,
Para ti mi estado de alegría
Inestable y sensorial

Fumo porque se me da la puta gana
Y te convido de mis cigarros
Porque mi garganta
Es parte ya de ti
Y mi oxigeno te conoce
Más que a mí

Escribo tanta mierda;
Como las cosas
Que “hacemos” que las olvidamos
Nos creemos tan únicos; compañera mía,
Te muerdo el cabello
Y te sonrío
A veces te ignoro tanto
Para creer que algo tienes de mí,
Porque de ti
Tengo mis pensamientos y acciones,
Mis mentiras improvisadas,
Mis nervios y palabras rebuscadas;
Involuntarias, dementes, sarcásticas, fumables,
Mis libros que nunca leo,
Mis cajetillas,
Mi vergüenza, mi intimidad, mi ansia,
Mi soledad, mis celos,
Mi amor desequilibrado y confidente;
Que te piensa cuando no lo sabes,
Porque nunca te lo digo,
Ese amor libre y presente
Que llena y desinvolucra a ratos
Tu compañía; mi compañera.

SEBASTIÁN OYANEDEL DAVISON - Marzo 2013

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